Los perezosos, mal llamados “osos”, están en peligro de extinción. La pérdida de su hábitat y el tráfico de fauna son sus mayores amenazas. Se trata de una especie carismática cuya supervivencia, fuera de su ecosistema natural y sin la alimentación y cuidados adecuados, es muy limitada.

La Fundación AIUNAU, liderada por su fundadora y directora Tinka Plese, aplica un modelo de conservación poco tradicional. En el Centro de Rescate y Rehabilitación de Xenarthras, utilizan técnicas bioenergéticas de recuperación emocional para esta especie. Además, Tinka promueve en la comunidad acciones de conservación del perezoso y trabaja para disminuir el tráfico ilegal en la región.

Desde 1996, su lema ha sido: “Rehabilitación con compasión. Ayúdanos a rehabilitarlos para que puedan volver a la vida silvestre”.